¿Cuál es el origen de los cruasanes y qué simbolizan?¿Cuál es el origen de los cruasanes y qué simbolizan?
Hoy en día, los cruasanes son un símbolo de la cocina francesa, y se disfrutan en todo el mundo. Pero, ¿sabías que el cruasán tiene una historia que va más allá de las fronteras de Francia y llega hasta otras partes de Europa?
Los cruasanes son una masa mantecosa y hojaldrada. El cruasán actual fue desarrollado entre el siglo XIX y principios del XX por panaderos franceses, y existen muchas teorías y debates sobre sus orígenes. Sigue leyendo para aprender sobre los orígenes de los cruasanes y cómo se convirtieron en un símbolo de la comida francesa.
¿Los cruasanes son en realidad austriacos?
En general, se considera que los pasteleros franceses que desarrollaron el cruasán moderno se inspiraron en un pastel austriaco con forma de media luna llamado kipferl. La palabra croissant también proviene de esta forma de media luna.
Los kipferl se elaboran y consumen en Austria desde hace siglos, concretamente desde el siglo XIII. Los kipferl se elaboran a partir de diversas masas, y se hacían tanto en versiones dulces como saladas. Hoy en día, si pides un kipferl, es más probable que te den una galleta que pan o brioche.
Los kipferl de brioche todavía se siguen vendiendo en Austria.
Las galletas kipferl también son populares, y a menudo se conocen como vanillekipferl.
Mitos y leyendas
Una leyenda sugiere que los panaderos austriacos crearon los kipferl para celebrar la derrota del Imperio Otomano en la Batalla de Viena en 1683, inspirados por la luna creciente de la bandera otomana.
Sin embargo, la opinión general es que es simplemente una buena historia.
Otra historia interesante es que los cruasanes llegaron a Francia con María Antonieta, que trajo consigo el sabor de su educación austriaca a la corte del rey Luis XVI.
Lamentablemente, no hay evidencia histórica real de ninguna de las dos historias.
Los cruasanes comenzaron a introducirse en Francia a finales del siglo XVII, aunque no fue hasta el siglo XIX cuando adquirieron gran popularidad.
Cómo Francia adoptó el cruasán
A finales de la década de 1830, August Zang, un oficial de artillería austriaco, fundó una panadería vienesa (Boulangerie Viennoise) en la rue de Richelieu en París. La panadería servía especialidades vienesas, incluyendo el kipferl. Rápidamente ganó popularidad e inspiró a otros panaderos franceses.
Los cruasanes ganaron popularidad en el desayuno; incluso Charles Dickens los mencionó en su revista en la década de 1870.
A veces se dice que el panadero francés de principios del siglo XX Sylvain Claudio Goy, escribió la primera receta de cruasán.
Su libro de 1915 La Cuisine Anglo-Americaine, contiene una receta de cruasán. En lugar de la masa de brioche, como la empleada por August Zang, se dice que Goy transformó la receta utilizando una masa de levadura laminada que aporta al cruasán sus finas capas hojaldradas y mantecosas.
Sin embargo, otros sugieren que la primera receta impresa estaba en el libro de Auguste Colombié de 1906, Nouvelle Encyclopédie Culinaire.
Cruasanes para desayunar
El cruasán se convirtió en una parte esencial de la cultura francesa del desayuno durante el siglo XX, especialmente con el auge de las cafeterías y las pastelerías. En la década de 1920, era un producto básico en los cafés parisinos. Su popularidad se extendió internacionalmente y consolidó su estatus de manjar francés por excelencia.
Hoy en día, el cruasán ha evolucionado aún más, con variaciones que incluyen versiones rellenas de chocolate (pain au chocolat) y opciones saladas rellenas de jamón y queso.
Hoy en día, los cruasanes se disfrutan en todo el mundo, y representan el rico tapiz de la historia culinaria europea.
Existen variaciones de cruasanes y kipferl en toda Europa, con diferentes masas, rellenos y estilos. Los cruasanes han viajado desde Austria hasta Francia y al mundo entero, demostrando cómo las tradiciones culinarias nos unen y evolucionan con el tiempo.
Traducción: Aldara Soto Fidalgo